miércoles, 22 de octubre de 2008

Votemos por la democracia

El próximo domingo, tenemos la oportunidad de votar por la democracia. Al margen de la respetable preferencia de cada cual entre las diversas candidaturas a alcaldes y consejales, me sumo al llamado de los demócratas a escribir en el voto, "Asamblea Constituyente", "AC" o "Nueva Constitución".

Con ello no se resta validez a la preferencia marcada, ya que la ley electoral establece explícitamente que, sólo son nulos los votos que tengan marcada más de una preferencia; no así aquellos en los que, además de la preferencia correctamente marcada, se escriba algo adicional. Consecuentemente:

-sólo se anula el voto marcando más de una preferencia
-si se marca sólo una preferencia, el voto está válidamente emitido, aunque se escriba cualquier comentario
-si no se marca ninguna preferencia, es voto en blanco, aunque tenga escrito cualquier cosa

Por ello y al margen de cómo quiera votar cada cual en la elección de alcaldes y consejales del próximo domingo -marcando una preferencia, anulando el voto mediante la marca de más de una preferencia o votando en blanco al no marcar ninguna preferencia-, reitero el llamado a votar por la democracia, agregando a cualquiera de dichas opciones la leyenda, "Asamblea Constituyente", "AC" o "Nueva Constitución".

Manifestemos clara y contundentemente nuestro rechazo a la camisa de fuerza institucional en que vivimos prisioneros, para deleite y usufructo de una extraviada clase política, que a nadie representa y que sólo profita del poder sin participación ciudadana, que le garantiza esta institucionalidad ad hoc heredada de la dictadura y que sólo representa un disfraz de democracia. Hay que rechazar esta democracia de mentira en que vivimos y poner fin al aliancertacionismo, mediante una nueva Constitución democrática que devuelva el poder al pueblo soberano, el gran olvidado de la Transición.

Sin perjuicio de que el slogan inventado por Parra hace más de 30 años -"La izquierda y la derecha unidas, jamás seran vencidas"-, haya resultado premonitorio del Cogobierno Alianza-Concertacion que se nos ha impuesto a partir de 1990 gracias al antidemocratico sistema binominal, tengo la esperanza de que los ciudadanos terminemos haciendo propio aquel otro de nuestros hermanos de allende los Andes -"¡que se vayan todos!"-, dando así lugar a una Asamblea Constituyente que ponga fin al aliancertacionismo actual y elabore una nueva Constitución, legítima en su origen y democrática en su contenido, que nos una y no que nos divida, como ocurre con la Constitución de 1980. Rafael Enrique Cárdenas Ortega.

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